jueves, 16 de abril de 2009

A María José Esquivel


La muerte es siempre una situación dolorosa e inesperada y siempre estamos buscando postergarla, aún incluso en nuestros pensamientos y reflexiones, “un tema del que es mejor no hablar”, sin embargo hay muertes peores, hay las muertes que contradicen el curso “natural” y el orden lógico. Hay otras que nos muestran en cada uno de sus episodios la contradicción vital, el atentado constante y el nulo apego al respeto por la vida, por parte de nuestras instituciones, de nuestra economía, de la cultura y de la clase dirigente que la sostiene.

La muerte de María José, es a todas luces una de esas muertes que lleva en sí toda la complejidad de nuestro tiempo, todo el costo que enfrentan los empobrecidos, para ser parte de este modelo que los excluye constantemente y les antepone innumerables barreras incluso como la muerte.

Esta extraña muerte esconde partes importantes de lo que se vive al otro lado de las ciudades, ese lugar con menos luces y nada de glamur; ese círculo de lo marginal que pocas veces sale en los medios de comunicación; salvo en la crónica roja. Lo más probable es que este hecho sea recordado por lo trágico y doloroso, por ese orden ilógico en que llega la muerte, pero muy poco se reflexionará acerca de las biografías de los participantes de este episodio. Muy pocos miraran las biografías y trayectorias de los tres jóvenes que dispararon el arma que causó una herida mortal a la niña María José. Es posible que ellos sean el resultado del mismo modelo cultural y económico que ha marginado la pobreza, la ha chabacaneado, le ha arrebatado los valores, que ha introducido el valor del dinero y de lo material por sobre el de la vida, el mismo modelo cultural que llevó a María José a ser una niña trabajadora.

Este crimen tiene culpables, con nombres y apellidos, los que serán repudiados y castigados, sin embargo ellos, estos tres jóvenes y sus familias han sido el resultado de las condiciones de marginalidad y del desfondo del Estado y de sus instituciones para privilegiar un modelo donde “todo vale” para ser parte de las luces de colores que ofrecen las vitrinas del mercado. El actual modelo económico y cultural promovido por el Estado chileno, alentado por los empresarios y vitoreado por los medios de comunicación es el que reproduce marginalidad, empobrecimiento, deterioro del universo cultural para sustituir esa vieja nobleza de ser pobre (pero honrado) para pasar a ser una vergüenza, una incapacidad, un fracaso, es por ello que nadie quiere ser pobre; aunque lo que tenga que hacer para ello, sea indigno.

La niña María José Esquivel se levantaba los domingos para trabajar en un supermercado del sector donde ganaba menos de cien mil pesos al mes, esta situación se reproduce por miles, en las grandes y medianas empresas, a lo largo de este “exitoso país”, niños y jóvenes explotados, mientras los empresarios y dueños de esas mismas empresas recaudan jugosas ganancias, claro para que esas ganancias sean jugosas para el empresario es necesario explotar a los trabajadores.

Ese es el mismo horizonte que muchos jóvenes, embobados con el dinero fácil, rechazan, se entusiasman de forma más cómoda con el éxito y con la ambición que en este modelo todo se obtiene de forma rápida y casi por arte de magia, olvidando o dejando atrás el respeto por la vida y los valores que laguna vez albergó esta sociedad.

Por estos días hemos visto a distintos actores de lo social y lo político condenando los hechos, todos los condenamos, sin embargo porqué María José de 16 años debía trabajar los domingos, los jóvenes pistoleros tienen biografías que se inscriben dentro de lo que viven cotidianamente miles de jóvenes empobrecidos de los sectores populares, pocas oportunidades, poco horizonte y múltiples alternativas fuera de los causes legales y morales y la tentación codiciosa que el modelo está contantemente ofreciendo. Los que han condenado estos hechos se han olvidado del entorno y de la historicidad que cada una de estas vidas conlleva, es decir de lo que está produciendo el actual modelo de desarrollo sobretodo en las juventudes marginadas.

Uno de los que se ha manifestado e incluso visitó a la familia de María José fue el candidato a la presidencia Sebastián Piñera, quien por cierto llevó un consuelo lastimero a los deudos sin manifestarse sobre el real problema de fondo que esconden estos hechos. Un viejo poeta portugués Almeida Garret planteó “yo pregunto a los economistas políticos, a los moralistas, si se han calculado el número de personas que es necesario condenar a la miseria, al trabajo desproporcionado, a la desmoralización, a la ignorancia, a la desgracia invencible a la penuria absoluta para producir un rico” muchas de las voces que se levanten frente a este hecho esconden una complicidad señera con el modelo económico y cultural que promueve que los niños y niñas trabajen, producto del empobrecimiento de las familias y que otros cometan delitos de forma terrible traspasando los valores de la convivencia social.

Desde el Comité por la promoción de derechos humanos condenamos la muerte de María José, pero también condenamos con fuerza las circunstancias que permiten y producen que estos hechos ocurran. Este no es sólo un problema de justicia, es también un problema de oportunidades para los jóvenes que delinquen, uno de ellos ha tenido varios procesos y aún el castigo no ha logrado rehabilitarlo. Ese es un punto pendiente para nuestra justicia.

Condenamos el aprovechamiento político que hace el candidato Pinera, multimillonario que condena a sus trabajadores a la miseria como señaló hace años el poeta portugués Almeida Garret.

Comité por la promoción de derechos humanos
La Pintana 16 de abril 2009

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Claudio muy bueno tu artículo, tengo un comentario en mi blog respecto de María José http://jorgeastudillo.bligoo.com/content

Anónimo dijo...

parches curitas para las heridas... nefastamente así funciona.. y se llenan la boca con los planes comunales de seguridad pública y con el "supuesto trabajo comunitario que hacen sus profesionales" que enfocan su trabajo a habilitar a niños, niñas y adolescentes tipificados como infractores de Ley.. categorizándolos a priori y perdiendo su ... Leer máscondición de sujeto.. solo les interesa llenar números y cumplir metas... una basura...
que lástima por la familia de María José, que lástima por esos tres jóvenes, que lastima y verguenza por TODOS nosotros.

Anónimo dijo...

"no hay mal ke dure 100años ni pueblo ke lo aguante ?........

juan carlos dijo...

Claudio Vasquez muy bueno tu escrito "A María José...",

Tuve la oportunidad de conocer muy de cerca a ......., uno de los jóvenes inculpados, fue "beneficiario"/"usuario" de una CT ambulatoria de la fundación (........) alla en los margenes sur de la capital; ahí me fue asignado como "caso", siendo su educador.

Conocí a su madre, mujer sola con tres hijos, hoy todos mayores de edad, trabajadora sin calificación; que en su cuerpo avidenciaba el peso de un vida llena de sacrificios y marginaciones, en esos días con una depresión tan grande que no le permitía dimensionar el estado emocional del hijo que hoy es complice de la muerte de María Jose, e hizo lo que pudo para evitar que su hijo sucumbiera ante la falta de oportunidades y al consumo de estimulantes, y no hablo solo de las substancias.

Hablas con verdad (y doy fe de ello) cuando dices que "estos tres jóvenes y sus familias han sido el resultado de las condiciones de marginalidad y del desfondo del Estado".

Mas alla de lo anecdotico, no es la primera vez que ....... aparece en los MMCCSS, ya lo había hecho durante el 2008, en estos pseudoreportajes amarillistas de cierto megacanal o alguno de esos; respecto de la delincuencia en el "centro de la injusticia" y ciertamente la TV sensacionalista produce un efecto seductor en estos jóvenes, lo que no les permite dimesionar la gravedad de los hechos, "farandulizando" lo dramatico de sus opciones, él al otro día aparecio en la CT, ostentando su "ficha" de "choro", flaco favor hacen estos irresponsables medios,......a los pocos meses cumplió la mayoría de edad por lo que debio "abandonar" el programa.

Con respecto a los programas técnicos de "rehabilitación" y los recursos humanos que trabajan en estos, por cierto que son superados por las condicionantes economico-culturales que día a día viven las familias "beneficiarias"; no basta voluntad y buenas intenciones, estamos en presencia de dos mundos paralelos, como si fueran dos (o más) Chiles, uno de exitosos y otro de fracasados.
Lamentablemente no hubo "caso" y hoy ...... esta esposado.

Juanca, sin perder la capacidad de asombro

Anónimo dijo...

¡Reaccionemos! o ¿Seguiràs impàvido mirando còmo mueren jòvenes- niñas de nombre Marìa josè?
¡Hay que organizar el descontento y unir las esperanzas que Juntos Podemos Màs!
elivia silva